sábado, 20 de septiembre de 2008

periodismo

Cuanto más vivo, más maravillosa se vuelve la vida.... Una declaración de intenciones escrita por Jorge Yarce, doctor en filosofía, experto en comunicación, periodista y escritor:

• Es trabajar por la verdad, buscarla y aproximarse a ella sobre los prejuicios propios y ajenos.
• Es informar a la comunidad de los hechos que merecen ser convertidos en noticias.
• Es dar a conocer acontecimientos de interés público después de analizar y valorar muy bien los datos que se poseen.
• Es tener prudencia de no precipitarse y averiguar muy bien la validez de fuentes de información.
• Es decir las cosas de forma que sean los hechos los que hablen y no se note lo que piensa quien redacta la noticia.
• Es preferible escuchar mucho a hablar mucho: dos oídos – el doble de lo que se habla – una sola boca – es norma de sentido común.
• Es no convertir en risa lo que es causa de dolor, ni tristeza lo que es motivo de alegría.
• Es saber que la calumnia es siempre una acusación falsa hecha maliciosamente y que difamar es atentar contra el honor ajeno aunque sea cierto lo que dice.
• Es callar cuando con hablar los daños para las personas y la sociedad, pueden ser peores.
• Es averiguar por sí mismo y no repetir las cosas oídas sin verificarlas.
• Es amar la exactitud y la imparcialidad.
• Es hablar y escribir con claridad, brevedad y corrección.
• Es no mezclar nunca la información con las propias opiniones.
• Es respetar el derecho del público a ser informado verazmente.
• Es procurar no usar adjetivos al redactar las noticias, porque un adjetivo puede acabar con la objetividad.
• Es renunciar a la pasión política y a las emociones que enturbian la información.
• Es saber preguntar y saber recoger las respuestas sin permitir que la información invente o deforme.
• Es ayudar a clarificar problemas y no ayudar a crear más problemas.
• Es estar en actitud de aprender siempre, el estudio es el mejor respaldo para oír, ver y escribir mejor.
• Es ser respetuoso con todas las personas cualesquiera que sea su edad, su condición o su papel en la sociedad.
• Es no condenar antes de que lo hagan los jueces.
• Es procurar que el bien sea noticia. Es dominar la técnica de un oficio y perfeccionarse en ellas como artesano en el manejo de sus herramientas.
• Es poseer una cultura general que dé una visión adecuada de la vida, del mundo y de la sociedad en que vive.
• Es distinguir muy bien entre actualidad, novedad e interés de información.
• Es no ceder a la tentación de poder de la información para someter o explotar a otros.
• Es tener conciencia de las limitaciones personales y aceptar la ayuda de sus colegas, por aquello de que cuatro ojos ven siempre más que dos.
• Es luchar contra la vanidad de verse u oírse en letra impresa, en sonido o en imagen.
• Es guardar celosamente lo que se confía en reserva.
• Es no perder la costumbre de rectificar las equivocaciones cometidas.
• Es disciplinar constantemente la inteligencia, venciendo la pereza.
• Es tener como respaldo seguro una actitud ética como base en una conciencia cierta y recta.
• Es fomentar la curiosidad por cosas y personas y desarrollar un espíritu crítico que razone y argumente.
• Es no fiarse solamente de la propia experiencia, pues siempre se pueden hacer mejor las cosas y siempre hay personas que saben más que uno.
• Es no despreciar el orden que, a veces, parece ser enemigo del oficio.
• Es amar y respetar la libertad de los demás para poder vivir con libertad la propia misión.
• En contribuir a crear una opinión pública al servicio de toda la sociedad y no de unos determinados grupos o sectores. Es trabajar siempre en el bien común y no en el provecho personal.
• Es tener una pasión que dura toda la vida.

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